Following the publication of the winning and runner up entries, we are excited to present the highly commended entries for the Year 12-13 category of this year’s Spanish Flash Fiction competition!
A huge well done to all of our highly commended entrants!
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El tren estremeció, y un trozo de pintura se desprende del muro; cae lentamente, revelando una capa más antigua, pintada hace años por empresarios entusiastas. Un hombre cruza el andén y pisa el fragmento. Se deshace al instante, dejando solo polvo y una mancha desnuda. Otro tren pasa rápidamente, desprendiendo más. Pronto, esta estación desaparecerá, y nadie recordará sus paredes blancas. Los ladrillos rojos resurgirán tras décadas para contar historias olvidadas, mientras la pintura blanca se desprende, capa por capa. Por ahora, un hombre camina hacia la salida, con un pedazo del pasado pegado a la suela de su zapato.
– Heloise Morel, Year 12
¿Sabes como el cuerpo humano elimina los virus que nos matan?
Con una fiebre.
El cuerpo se calienta, lentamente matando, deformando y destruyendo los patógenos que nos afecta. El calor abrasador lo limpia de la basura tóxica y odiosa. Es el ultimo sistema desperado de defensa del cuerpo, y si no funciona, morimos.
¿Y ahora te pregunto, porque nuestro planeta se calienta?
– Mahi Sainani, Year 12
Cuando los ábroles bailaron
Ese día, conocí el sol. Debajo de las acacias que bordeaban el camino a mi escuela. El cielo bostezó, anunciando también que la guerra terminó. Los aplausos del pueblo cayeron en una comunión armónica con la canción del cálao decorado.
“Tumeona mkono ya Bwana! Imba!Imba!” Cantaron…
Corrí hacia Mama. Corrí a casa. Corriendo. Corriendo, sonriendo, orando y llorando a través los muchos morados de los jacarandás; porque las explosiones ya no paralizaron mis extremidades. Ese fue el día –
Ese será el día que el viento ordenará a los ábroles bailar.
– Melissa Muthama, Year 12
La Búsqueda (The Search)
Buscamos respuestas en un mar insondable de palabras. Cada interrogante nos hunde más, pero seguimos avanzando, anhelando algo que ni siquiera sabemos nombrar. “A mal tiempo, buena cara,” me enseñó mi abuela, y ahora lo comprendo. La fe es como un río que nunca para de fluir, siempre presente, inquebrantable, un faro de luz en medio de la tormenta. Es la estructura que nunca cae, la esperanza que ilumina el alma. En ella encontramos la verdadera alegría, una alegría que otros anhelan, pero que solo la fe puede otorgar.
– Monica Singh, Year 12
Gato de la Tempestad
Se dice que eres bendito si lo has conocido. Todos oyen hablar de él, sienten su cola de viento gélido, ven su pelaje de nubes tupidas. Cuando llega la tempestad, llega la mirada dorada del gato. La luna se parte en dos. Dos ojos te contemplan. Parpadean una vez. Despacio, lánguidamente. La niebla que te rodea estrecha su abrazo y sientes cómo el aire húmedo se convierte en suave pelaje. Sin aviso, el cielo se llena de luz blanco, rociando como azúcar derramado sobre una encimera. Rayos! No te das cuenta de que se va hasta que es demasiado tarde.
– Thea Spackman, Year 12
El mundo ha sido infectado con una extraña enfermedad, una plaga que nos ha adormecido a todos. Nuestros oídos permanecen, pero son sordos a los gritos de los que sufren. No oímos más que el ruido de nuestra indiferencia. Nuestros ojos existen, pero son ciegos a la agonía grabada en las calles. Nuestros corazones laten, pero han olvidado cómo sentirse. La esperanza se marchita bajo la sombra de la apatía. Sin embargo, en medio del silencio, se eleva una voz – desafía a los sordos a escuchar, a los ciegos a mirar y a los desalmados a sentir una vez más.
– Yuet Ching Gabrielle Kam, Year12
Reflejo
A la niña se le cae el peluche. Lo recojo meticulosamente, concienzuda de que lo que para mí es un muñeco banal, impasible, para ella es un confidente sin igual. Al acercarle el amiguito, nuestros dedos se entrelazan, y observo cómo acaricia el pelaje del animalejo, irreconocible de tantos mimos, concediendo libremente el cariño que aprendí a mantener bajo llave. Me ofrece un gesto de oreja a oreja, y me avergüenzo al devolver una mueca mecánica, ensayada. Pero por un segundo, viendo mis ojos vacíos de preocupación alguna, se me escapa una sonrisa que aprendí a contener cuando era niña.
– Samiah Iqbal Kausar, Year 12
La muerte es una cosa intangible,
la tuya incluso más incomprehensible.
En los pasillos de un convento francés,
me imagino por un momento que puedo oír
tu risa,
esta alegría infecciosa que tenés—
pero cuando volteo veo solo
el viento,
una cortina blanca que susurra,
me doy cuenta de que tenés es
tenías.
Tu sonrisa es una cosa de fantasías
y tus pasos solo ecos, cosas que oigo
solo en los picos secos de Argentina,
los que mirabas con maravilla
cuando eras una chica;
ahora nada más que un fantasma
rondando las tumbas galeses,
una ausencia que nada explica.
– Luke Roberts, Year 13
La Matasteis
Quiero volver a casa, pero no existe. Me la quitaron, me sacaron mientras se empujaban hacia adentro. Ahora soy fantasma, floto fuera de mi cuerpo. Sigo encadenada a la Tierra; sus manos son raíces que envuelven los tobillos y me arrastran bajo el magma. Quemaron mi piel. Me hicieron negra, lo hicieron porque era negra. Además yo era mujer.
Fue por eso también. Traté de gritar; tiraron de la cuerda roja de mi voz. Cuelga en el aire, sangrienta y magullada como el cuerpo que ya no es mi hogar. ¿Por qué me odian cuando sangro como ellos? Cuando sangré.
– Gagani Katugampala, Year 12
Palabras preciosas
No sé qué escribir. Es como si mi mente fuera un guion de pensamientos constantes. Cada decisión que tomo, una voz al fondo, haciéndome dudar de mí misma.
¿Qué tal si no es lo suficiente creativo, si parece una tontería?
¿Cómo puedo elegir las palabras adecuadas, cuando hay tantas, como granos de arena, cada una única? La marea sigue subiendo para llevármelas, fuera de mi alcance.
¿Qué tal si simplemente no intentas buscar, por si las moscas?
Pero el mundo es tan vasto; podría haber algunos diamantes, escondidos en alguna playa, esperando a que alguien los encuentre.
Empiezo a escribir…
– Amelie Pugsley, Year 12